El estadio José Manuel Moreno, del Club Social y Deportivo Merlo, siempre ha sido un dolor de cabeza para hinchas visitantes y todo aquel que no tuviera un acabado conocimiento de cómo llegar. Si bien ahora es muy común el uso de GPS, hace dos semanas el plantel de Atlético de Rafaela "se perdió en el camino", lo que obligó a un retraso en el horario de inicio de un partido de Primera "B" Nacional.
Pues bien, aquí van las indicaciones "de manual" para llegar al estadio del Charro, para tener siempre a mano en caso de que el GPS, misteriosamente, se quede sin batería en pleno viaje por la Autopista del Oeste:
1) En el Partido de Ituzaingó, tomar la salida de la calle Pérez Quintana. Viniendo de Buenos Aires, es la tercera después del peaje troncal (las anteriores son Martín Fierro y Brandsen). Viniendo desde el oeste, es la salida siguiente al Camino del Buen Ayre.
2) Tomar Pérez Quintana hacia el sur (Ituzaingó-Merlo) y avanzar unos 400 metros hasta donde sale la primera calle a la derecha (Aconquija, a Merlo). Girar ahí a la derecha (Pérez Quintana dobla a la izquierda y sigue hacia Ituzaingó).
3) Por Aconquija, seguir el trazado de la calle, que obliga a girar a la izquierda 300 metros más adelante (calle Martín Rodríguez), y a los 100 metros a la derecha (calle Famatina). En todo este tramo, hay un paredón sobre la derecha, o sea que hay que ir siempre bordeando ese paredón, que delimita un barrio privado.
4) Luego de 800 metros por Famatina, se ingresa al Partido de Merlo: la calle pasa a llamarse Hipólito Yrigoyen, y la zona comienza a ser cada vez más urbana. Seguir por Yrigoyen hasta que se corta en la estación Merlo.
5) Allí, doblar a la izquierda (calle Cámpora), y al terminar la estación girar a la derecha para continuar por una calle que bordea las vías (Belgrano) y conduce a un puente sobre las mismas.
6) Tras cruzar las vías por el puente, avanzar 2 cuadras por la calle Pasteur y doblar a la derecha (en 45 grados) por la Avenida Argentina. Por ésta, seguir 3 cuadras y girar a la derecha (otra vez en 45 grados) en la calle Perú.
7) Por Perú, seguir 10 cuadras hasta que se corta en la calle General Paz, donde el pavimento dobla a la izquierda. Continuar por el asfalto de General Paz y, a las 2 cuadras, girar a la derecha en Posadas, también pavimentada. Avanzar 4 cuadras por Posadas y doblar a la izquierda en Láinez. Por ésta, hacer 2 cuadras hasta la puerta del estadio.
REGRESO
1) Por Láinez, Posadas y General Paz, doblando a la derecha en Perú. Avanzar 2 cuadras por Perú y girar a la izquierda en Constitución.
2) Por Constitución, seguir 3 cuadras hasta Maipú y doblar a la derecha. Por Maipú, continuar 12 cuadras y girar a la izquierda en Pasteur para cruzar el puente sobre las vías.
3) Al bajar del puente a la calle Belgrano, doblar inmediatamente a la derecha en la calle Saavedra. Seguir por ésta 12 cuadras, hasta donde se corta.
4) Allí, doblar una cuadra a la izquierda y luego a la derecha en Yrigoyen. Desde aquí, seguir por Yrigoyen, Famatina, Martín Rodríguez, Aconquija y Pérez Quintana hasta la autopista.
domingo, 24 de octubre de 2010
IDEA. Rellenos sanitarios para salvar a la Ruta 6
Hace 35 años, el porteño medio podía imaginar al Río Reconquista como un límite natural no muy lejano, pero seguramente tampoco cercano. Después de todo, su mayor proximidad con la periferia de la Capital se da desde el Partido de San Martín hacia el norte. Por ello, el surgimiento de la CEAMSE dio a luz, además de la revolucionaria idea de los rellenos sanitarios, a la "ruta del cinturón ecológico": el Camino Parque del Buen Ayre, el cual, tras cumplir tres décadas de vida, se aproxima a completar definitivamente su cinturón en torno a Buenos Aires y así dejar en el olvido al viejo Camino de Cintura.
Reactivada la intención de completar esa obra, vale recordar aquel aciago comentario de las autoridades bonaerenses: "Con la duplicación de la Ruta 6, ya no será necesario prolongar el Camino del Buen Ayre". Hoy, con el abandono TOTAL de la Ruta 6 por parte del Gobierno provincial, al que parece no importarle que en algunos tramos se haya convertido en una autovía de 4 manos (!!!!), aparece una nueva posibilidad: la de darle una solución a la saturación de los rellenos sanitarios.
Mientras el Gobierno Nacional encara la terminación del Camino del Buen Ayre, una recapitalizada CEAMSE debería mudar sus instalaciones de disposición final a lugares nuevos, más alejados de nuestra urbe. Reacondicionar el tramo abandonado de la Ruta 6 (básicamente, desde Open Door hasta San Vicente) y terminar toda la obra proyectada (incluído el enlace por Berisso hasta el puerto de La Plata, que serviría también como "desagote" de la Ruta 2) serían los primeros pasos para ir instalando gradualmente nuevos rellenos sanitarios en locaciones rurales, de escasa o nula población (como alguna vez lo fue la zona de José León Suárez, antes de su extensión hacia el norte), sin dejar de lado la OBLIGACION de que efluentes de los residuos no contaminen valiosos cursos de agua, tanto en la superficie como bajo tierra.
En lo estrictamente referido al tratamiento de la basura, es necesaria también una campaña para educar a la gente en la separación de los residuos orgánicos de aquellos que pueden reciclarse. Experiencias que se hicieron en poblaciones acotadas han llegado a reducir a la tercera parte los desechos que se derivan a los rellenos. Los gobiernos municipales deberán, para ello, contar con plantas de reciclaje, las cuales servirían, entre otras cosas, para darles trabajo a muchas personas que hoy se dedican a "cartonear".
Esta reconversión de la Ruta 6 generaría, entre otros, los siguientes beneficios:
- Mayor seguridad en la ruta, no sólo por las mejoras en su estado y su posible iluminación, sino también porque permitiría controlar al tránsito pesado, especialmente el peso de su carga y la salud mecánica de los camiones, que hoy usan la ruta para escaparse de toda verificación.
- Generación de espacios parquizados a los costados de la ruta, creando nuevos polos de esparcimiento de interés local y regional, integrándolos con otros ya existentes, como por ejemplo el Zoológico de Luján.
- Reactivación económica de una zona olvidada, como es el tramo Cañuelas - Luján, donde las comunidades de General Las Heras, Plomer y Villars, por ejemplo, no tienen un camino decente para movilizarse y ven cómo la economía de su región se muere, casi tanto como quienes se accidentan en la Ruta 6.
- Separación del tránsito liviano del pesado. En el arco sudoeste de la traza, desde la Ruta 2 hasta Luján, la presencia cercana de la Autopista Presidente Perón (continuación del Camino del Buen Ayre) y la baja densidad poblacional permitirán que no sean tan disímiles las opciones entre una ruta y la otra, en caso de que, por ejemplo, la 6 tenga mucho tránsito pesado.
En mi opinión, es una forma viable de darle una solución al grave problema que se suscitó a causa de una obra costosa, mal encarada y luego abandonada, como ocurrió con la Ruta 6. Ya se analizaron diversas propuestas de llevar los rellenos sanitarios a tal o cual lugar, y a nadie le ha caído simpático recibir basura generada por otros. Si confiamos en que la CEAMSE puede repetir el buen trabajo que hizo en los rellenos sanitarios Norte I y Norte II, esta obra sería un beneficio enorme para quienes viven cerca de la Ruta 6 y tratan a diario de no morir en ella.
Reactivada la intención de completar esa obra, vale recordar aquel aciago comentario de las autoridades bonaerenses: "Con la duplicación de la Ruta 6, ya no será necesario prolongar el Camino del Buen Ayre". Hoy, con el abandono TOTAL de la Ruta 6 por parte del Gobierno provincial, al que parece no importarle que en algunos tramos se haya convertido en una autovía de 4 manos (!!!!), aparece una nueva posibilidad: la de darle una solución a la saturación de los rellenos sanitarios.
Mientras el Gobierno Nacional encara la terminación del Camino del Buen Ayre, una recapitalizada CEAMSE debería mudar sus instalaciones de disposición final a lugares nuevos, más alejados de nuestra urbe. Reacondicionar el tramo abandonado de la Ruta 6 (básicamente, desde Open Door hasta San Vicente) y terminar toda la obra proyectada (incluído el enlace por Berisso hasta el puerto de La Plata, que serviría también como "desagote" de la Ruta 2) serían los primeros pasos para ir instalando gradualmente nuevos rellenos sanitarios en locaciones rurales, de escasa o nula población (como alguna vez lo fue la zona de José León Suárez, antes de su extensión hacia el norte), sin dejar de lado la OBLIGACION de que efluentes de los residuos no contaminen valiosos cursos de agua, tanto en la superficie como bajo tierra.
En lo estrictamente referido al tratamiento de la basura, es necesaria también una campaña para educar a la gente en la separación de los residuos orgánicos de aquellos que pueden reciclarse. Experiencias que se hicieron en poblaciones acotadas han llegado a reducir a la tercera parte los desechos que se derivan a los rellenos. Los gobiernos municipales deberán, para ello, contar con plantas de reciclaje, las cuales servirían, entre otras cosas, para darles trabajo a muchas personas que hoy se dedican a "cartonear".
Esta reconversión de la Ruta 6 generaría, entre otros, los siguientes beneficios:
- Mayor seguridad en la ruta, no sólo por las mejoras en su estado y su posible iluminación, sino también porque permitiría controlar al tránsito pesado, especialmente el peso de su carga y la salud mecánica de los camiones, que hoy usan la ruta para escaparse de toda verificación.
- Generación de espacios parquizados a los costados de la ruta, creando nuevos polos de esparcimiento de interés local y regional, integrándolos con otros ya existentes, como por ejemplo el Zoológico de Luján.
- Reactivación económica de una zona olvidada, como es el tramo Cañuelas - Luján, donde las comunidades de General Las Heras, Plomer y Villars, por ejemplo, no tienen un camino decente para movilizarse y ven cómo la economía de su región se muere, casi tanto como quienes se accidentan en la Ruta 6.
- Separación del tránsito liviano del pesado. En el arco sudoeste de la traza, desde la Ruta 2 hasta Luján, la presencia cercana de la Autopista Presidente Perón (continuación del Camino del Buen Ayre) y la baja densidad poblacional permitirán que no sean tan disímiles las opciones entre una ruta y la otra, en caso de que, por ejemplo, la 6 tenga mucho tránsito pesado.
En mi opinión, es una forma viable de darle una solución al grave problema que se suscitó a causa de una obra costosa, mal encarada y luego abandonada, como ocurrió con la Ruta 6. Ya se analizaron diversas propuestas de llevar los rellenos sanitarios a tal o cual lugar, y a nadie le ha caído simpático recibir basura generada por otros. Si confiamos en que la CEAMSE puede repetir el buen trabajo que hizo en los rellenos sanitarios Norte I y Norte II, esta obra sería un beneficio enorme para quienes viven cerca de la Ruta 6 y tratan a diario de no morir en ella.
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